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Anderson Posada Ministerio Adorando en Su Presencia

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¿Ferretería o droguería?

Cuenta la historia, que un hombre llamado Juan , hijo de un reconocido médico y farmaceuta de la ciudad, decidió invertir la herencia que recibió de su padre para así multiplicar su dinero.

Juan tenía mucho conocimiento en el negoco de ferretería, ya que había trabajado en esta profesión durante casi toda su juventud, y ahora con la herencia que había recibido de su padre, pensó que era el momento de independizarse iniciando su propio negocio, por lo cual, creó su propia ferretería. 

Hizo los arreglos legales necesarios que exigía la ley de su país para emprender un negocio, acondicionó el local de acuerdo a todas las necesidades de distribución de los productos, y finalmente, surtió con todos los productos que una ferretería necesita en su inventario más básico.  

Sin embargo, Juan había cometido un error que generaría mucha confusión para sus potenciales clientes, además este error, evidenciaría una seria dificultad operativa y de cero ventas para su nuevo negocio durante las primeras semanas: Juan no había retirado el rótulo de su negocio, el cual anunciaba la droguería que su padre en vida, había administrado. Por eso aunque los productos que Juan ofrecía, eran de ferretería, las personas solo preguntaban por medicamentos y servicios de salud. 

Y era que Juan, queriendo honrar a su difunto padre, había tomado la decisión de no retirar dicho rótulo que anunciaba una Droguería, a pesar de que su negocio, ahora había cambiado de forma radical su actividad económica, convirtiéndose en una ferretería. Juan entendió que lo que podía ofrecer desde adentro, debía reflejarse y ser evidente desde afuera.

Lo que Juan hoy nos enseña es que debe existir congruencia, entre nuestro interior y nuestro exterior, debe existir congruencia entre lo que decimos y lo que hacemos, y debe existir congruencia entre lo que pensamos y lo que enseñamos, pues solo podemos ofrecer aquello que tenemos y no podemos anunciarnos ante los demás de una manera, sabiendo que desde nuestros corazones somos de otra muy diferente. 

Y tú ¿Qué tienes para ofrecer?