En el libro de Colosenses 2:9-10 podemos leer
9 Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios encarnada en un cuerpo humano.[a] 10 y ustedes, al estar unidos a él, están llenos de esa plenitud en Cristo quien es la cabeza de todo gobernante y toda autoridad.
Esa plenitud de Cristo, también fue manifiesta de manera perfecta en su humanidad al momento de ejercer los cinco dones ministeriales, cuando habitó entre los hombres, siendo él mismo un hombre.
La Biblia nos muestra a Jesucristo como el modelo perfecto del ministerio, ejerciendo con total autoridad y plenitud cada uno de los cinco dones ministeriales. Él es el fundamento de todos ellos y además todo siervo o sierva que manifieste tener un don ministerial, debe regirse y estar sujeto a la autoridad y dominio de Cristo.
A continuación veremos algunos versículos bíblicos donde Jesús ejemplifica y evidencia cada don en su propia vida:
1) Jesucristo como Apóstol:
La palabra "apóstol" proviene del griego antiguo ἀπόστολος (apóstolos), que significa "enviado" o "mensajero". Este término se deriva del verbo ἀποστέλλω (apostéllo), que significa "enviar". En el contexto cristiano, un apóstol es alguien enviado por Jesús para predicar el evangelio y propagar su mensaje.
El don apostólico se relaciona con el "envío", el "establecimiento de fundamentos" y la "expansión del Reino". Jesús fue el principal enviado de Dios, el fundamento de la Iglesia, y a su vez, él mismo envía a los primeros discípulos a llevar el evangelio para el establecimiento de la iglesia.
Hebreos 3:1 "Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús." (Este versículo lo llama explícitamente "Apóstol").
Juan 20:21: "Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío." (Aquí Jesús se presenta como el enviado y a su vez envía a otros, estableciendo un movimiento).
Mateo 16:18: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." (Jesús es el constructor y el fundamento de la Iglesia).
2) Jesucristo como Profeta
La palabra "profeta" proviene del griego antiguo "prophetes", que a su vez deriva de "pro" (antes/hacia) y "phemi" (decir). Por lo tanto, un profeta es alguien que habla en nombre de otro, o que habla antes de que algo suceda, es decir, que predice. En esencia, un profeta es un mensajero de lo divino, alguien que transmite mensajes de Dios o deidades a los humanos. Es la vz de Dios para los hombres.
El don profético implica hablar la palabra de Dios con autoridad, revelar la verdad, traer convicción y señalar el camino de Dios. Jesús es la Palabra encarnada.
Lucas 4:24: "Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra." (Jesús se identifica a sí mismo como profeta).
Juan 1:18: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer." (Jesús revela la naturaleza de Dios).
Mateo 24:1-2: (Predicción de la destrucción del templo y otros eventos futuros). Jesús reveló eventos futuros con precisión.
Juan 4:17-19: (Con la mujer samaritana). Jesús le revela su pasado y pecado, trayendo convicción y asombro por su conocimiento sobrenatural.
3) Jesucristo como Evangelista
La palabra "Evangelista" proviene del griego "euangelistes" (εὐαγγελιστής), que significa "el que anuncia buenas nuevas" o "el que predica el evangelio". Se deriva de "euangelion" (εὐαγγέλιον), que significa "buenas nuevas" o "evangelio". Por lo tanto, un evangelista es alguien que comparte el mensaje del evangelio, especialmente el de Jesucristo.
La palabra griega "euangelion" (εὐαγγέλιον) está compuesta por "eu" (εὖ), que significa "bueno", y "angelos" (ἄγγελος), que significa "mensajero" o "ángel". En esencia, un evangelista es un mensajero de buenas noticias.
El don evangelístico se centra en la proclamación de las Buenas Nuevas a los no creyentes y en llevarlos a la salvación. Jesús pasó gran parte de su ministerio llamando a la gente al arrepentimiento y a la fe.
Marcos 1:14-15: "Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio." (Su misión central fue predicar el evangelio).
Lucas 19:10: "Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido." (Declara explícitamente su propósito evangelístico).
Juan 3:16-17: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él." (El corazón de su mensaje fue evangelístico).
4) Jesucristo como Pastor
La palabra "pastor" proviene del latín "pastor, -oris", que significa "el que apacienta" o "el que cuida". Esta palabra a su vez deriva del verbo latino "pascere", que significa "alimentar" o "pastar". En esencia, el término se relaciona con la acción de cuidar y alimentar un rebaño o ganado.
El don pastoral se refiere al cuidado, la guía, la alimentación y la protección del rebaño. Jesús se identificó a sí mismo como el Buen Pastor.
Juan 10:11: "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas." (Una clara auto-identificación).
Mateo 9:36: "Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor." (Muestra su corazón pastoral por las multitudes).
Lucas 15:3-7: (Parábola de la oveja perdida). Ilustra su búsqueda incansable y cuidado por los que se desvían.
Juan 21:15-17: (Instrucciones a Pedro después de la resurrección). "Apacienta mis corderos", "Pastorea mis ovejas", "Apacienta mis ovejas". Jesús delega la labor pastoral que él mismo ejercía.
5) Jesucristo como Maestro
La palabra "maestro" proviene del latín magister, que significa "aquel que es más grande" o "superior". Originalmente, se usaba en la antigua Roma para referirse a alguien con autoridad o experiencia en un campo específico. Con el tiempo, esta palabra fue adoptada por varios idiomas, incluido el español, para referirse a alguien con habilidades superiores, especialmente en el ámbito de la educación.
En resumen, la etimología de "maestro" nos lleva a la idea de alguien que guía, enseña y sobresale en su área de conocimiento, ya sea en un oficio, arte o disciplina académica.
El don de maestro implica la habilidad de explicar la verdad de Dios de manera clara, fundamentar a los discípulos en la doctrina y llevar a la aplicación práctica de la Palabra. Un maestro transmite las verdades más profundas y eternas de manera sencilla y entendible aún para los más pequeños o menos revelados, Jesús mismo atraía a multitudes de niños por su mensaje cercano, digerible y entendible que aún los pequeños nños podían comprender y entender. Gran parte del ministerio de Jesús fue enseñar.
Mateo 7:28-29: "Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas." (La gente reconocía su autoridad como Maestro).
Mateo 5-7: (El Sermón del Monte). Un ejemplo magistral de Jesús enseñando principios del Reino de Dios de manera profunda y aplicable.
Lucas 24:27: "Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían." (Jesús explicando las Escrituras a los discípulos en el camino a Emaús).
Juan 14:26: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Jesús promete que el Espíritu Santo continuaría su obra de enseñanza).
Estos versículos nos ofrecen una pequeña ventana a la perfección con la que Jesucristo encarnó y ejerció cada uno de estos dones, sirviendo como el modelo supremo para todo aquel que busca servir en el ministerio, por eso siempre nuestro Señor Jesucristo será nuestro referente y modelo a seguir sea cual sea el ministerio al que Dios nos ha llamado.
Oremos para que sea el Espíritu Santo de Dios equipándonos según todo lo que nos ha dado y ha puesto en nosotros para el crecimiento y desarrollo de Su Iglesia.
