2) La gente siempre va a querer que seas un líder duro y exigente, pero solo hasta que te toca ser duro y exigente con ellos.
3) Cuando ellos hablan duro se llama hablar con firmeza. Cuando tu hablas duro, no estás hablando con firmeza sino con enojo o soberbia.
4) Todos lo pueden hacer mejor que tú, solo que no se atreven a comprometerse como tú. O en otros casos todos dicen que lo pueden hacer mejor que tú, hasta que les toca, y aprenden a guardar silencio.
5) Tus decisiones beneficiarán a algunos y en otras ocasiones a otros. Ya por demás, está decir que sólo se acordarán, de aquella parte donde no estuvieron beneficiados ellos.
6) La gratitud y los aplausos nunca deben ser tu alimento como líder, si esta es tu posición e interés, entonces pasarás mucha hambre.
7) Igual que Jesús, de 10 leprosos, solo uno se devolverá a darte las gracias... a veces ninguno.
8) Que alguien coma de tu plato, no quiere decir que esté dispuesto a compartirte del suyo cuando seas tú el que lo necesite.
9) Para ser un líder efectivo debes tener piel de cocodrilo y corazón de niño.
10) Si no tienes la forma servicial de liderazgo de Jesús cómo tú mejor referencia, todo o algo de lo anterior te hará abdicar.
