Un fuego para permanecer, necesita deben madero propicio que no se oponga a ser consumido.
Cristo Jesús para darnos su luz, tuvo que morir. Pero al morir, su luz prevaleció, al resucitar, porque él mismo es la luz. Y donde está la luz, las tinieblas tienen que ser esparcidas.
Son muchas las religiones donde sus profetas, mueren y quedaron en su tumba. Cristo, murió pero resucitó.
Aleluya