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Triste hasta la muerte

Triste hasta la muerte

38 Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.


Oremos al Señor y luego leamos el siguiente pasaje de Isaías:

ISAÍAS 52:13-15 y 53:3-12

Sufrimientos del Siervo de Jehová:

13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, 15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.

3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. (Jesús fue rechazado por los líderes religiosos y por su propio pueblo antes de la crucifixión. E incluso hoy, 2000 años después de su crucifixión, le seguimos rechazando y despreciando ¿Quieres aceptarle hoy como tú Señor y Salvador? Hoy puedes hacerlo, solo es que quieras hacerlo)

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. (Esta es la base de la doctrina del Sacrificio para Expiación, Justificación, Remisión, Propiciación y Redención de la humanidad pecadora, nosotros... tú y yo) 


Sacrificio Entrega de vida: Es la ofrenda que Jesús hizo de sí mismo al morir en la cruz, sirviendo como el Cordero perfecto y definitivo para Dios. 
Expiación Cubrir el pecado: Es la acción de remover la culpa o el castigo por el pecado a través de una ofrenda o pago. Jesús hizo expiación por nuestros pecados. 
Justificación Ser declarado justo: Es el acto de Dios por el cual declara al creyente como justo y libre de culpa ante la Ley, no por sus méritos, sino por la fe en Jesús. 
Remisión Cancelación de la deuda: Es el perdón completo y la anulación de la deuda que la humanidad tenía con Dios a causa del pecado.
Propiciación Satisfacer la ira de Dios: Es el acto de Jesús que satisface la justa demanda de Dios contra el pecado, convirtiendo Su ira en favor hacia el creyente. 
Redención Rescate por un precio: Es la liberación del ser humano de la esclavitud del pecado y la muerte mediante el pago de un precio, que fue la sangre de Jesús. 

6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. (por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios Romanos 3:23)

7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (Jesús, aun siendo inocente, santo y limpio; guardó silencio ante sus acusadores mentirosos durante el juicio y crucifixión, para tomar así, nuestro lugar en la cruz del calvario)

8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte (En el campo del rico José de Arimatea); aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores (Jesús fue crucificado entre dos ladrones), habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores. (Jesús oró por todos los que le estaban crucificando diciendo "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen Lucas 23:34) 

Aquella sensible frase de Jesús "Mi alma está muy triste, hasta la muerte", registrada en Mateo 26:38 y Marcos 14:34 en el Huerto de Getsemaní, es una de las expresiones más conmovedoras y profundas sobre la experiencia humana y el sacrificio de Cristo. Si puedes, ve a mi canal de YouTube y escucha la predicación "De rodillas en Getsemaní"

El significado de la frase "Mi alma está muy triste, hasta la muerte" (en algunas versiones "Estoy triste hasta la muerte") lo entenderemos hoy desde tres situaciones diferentes pero conectadas una con otra:

1. La Intensidad de la Angustia

La frase revela un sufrimiento que iba más allá de la tristeza común, indicando una agonía literalmente mortal.

En el Griego Original: El término usado es (perílypos), que significa "rodeado de tristeza," "profundamente afligido" o "abrumado por el dolor." El prefijo peri- como perímetro, significa "alrededor," indicando una tristeza que lo envolvía por completo.

"Hasta la Muerte": La frase (héōs thanátou) indica que la tristeza y la agonía eran tan extremas que su cuerpo y alma estaban al borde de colapsar, a punto de morir de pura pena y angustia antes incluso de ser crucificado.

2. La Humanidad Plena de Cristo

Esta, es una poderosa demostración de la verdadera humanidad de Jesús.

No fue un Espíritu Impasible (Incapaz de padecer o sentir. Indiferente, imperturbable) pues esto nos muestra que Jesús no era un ser divino indiferente al dolor. Experimentó miedo, terror y desesperación genuinos ante lo que venía. Estaba consciente de todo lo que iba a sufrir.
La Lucha Humana: Su tristeza no era solo por el dolor físico de la crucifixión, sino por el inmenso peso espiritual, emocional y psicológico de la misión y propósito a cumplir. Por eso se apartó a orar, buscando la comunión y la fuerza del Padre en su momento más vulnerable. Y como lo enseño en la predicación "De rodillas en Getsemaní", Jesús tuvo que ir a retomar su oración en tres veces seguidas, pues, no parecía ser suficiente para los momentos que estaba viviendo en esos momentos.

3. El Peso del Pecado del Mundo

La agonía de Jesús en Getsemaní se debió principalmente a la realidad espiritual de lo que estaba a punto de suceder: La Ira de Dios: Jesús no solo temía la cruz, temía la "copa" (el vaso, en el lenguaje bíblico) de la ira de Dios reservada para el pecado humano. Jesús, que era puro y sin pecado, estaba a punto de convertirse en pecado por la humanidad. (Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Jesús 2 Corintios 5:21) 
La Separación del Padre: Lo que causó la agonía mortal fue anticipar la ruptura de la comunión eterna con Dios Padre, que sucedería en la cruz cuando Él llevara la totalidad de la condenación del mundo. Esta separación espiritual es la esencia de la muerte eterna, y Jesús la experimentó por nosotros en Su alma. Jesús no temía la muerte, él dijo que él ponía voluntariamente su vida. Jesús no temía los poderes terrenales que seguían su vida, pues muchas veces les confrontó a pesar de que lo persiguieron, aun cuando fue un pequeño niño de brazos. A Jesús lo trataron de apedrear. A Jesús no le daba miedo la cruz del calvario, a Jesús no le preocupaba ser vituperado y herido mientras estuviese colgado en ese madero; a Jesús lo entristecía hasta la muerte, el saber que, en un momento dado, experimentaría lo que desde la eternidad nunca antes había sentido: 

La separación del Padre cuando todos los pecados de la humanidad recayeran sobre él.

La frase "estoy triste hasta la muerte" es, en esencia, la expresión del sufrimiento vicario de Jesús que comenzó psicológicamente en el huerto antes de ser consumado físicamente en la cruz. (Vicario es Sustitutivo. En el contexto religioso, especialmente en el cristianismo, "sufrimiento vicario" se refiere a la idea de que una figura central (como Jesús) o una persona soporta el dolor y el sacrificio en lugar de otros, como un sustituto por sus pecados) 






Jesús pagó un precio mayor al dolor físico, mayor a la muerte espiritual, muchos más grande que el dolor emocional; Jesucristo vivió en carne propia lo que es estar separado del Padre eterno. Tú y yo no tenemos por qué seguir soportando esos dolores, muertes y angustias, pues hoy tenemos acceso pleno al trono de la gracia de Dios por medio de Jesucristo, para que nunca más tengamos que decir "Estoy triste hasta la muerte"