Observando las múltiples situaciones que hoy como sociedad nos cobijan, en medio de una conversación con un amigo, nos preguntábamos:
¿Esta bien que un hombre de bien(serio, respetuoso, trabajador) hiciere uso de la fuerza física(incluso armado) para defenderse a sí mismo y a su familia del ataque de un tercero cuando esté en riesgo su vida?
Y aunque la respuesta parece ser obvia, y aún legalmente hoy en día se han establecido leyes como por ejemplo la famosa ley de Legitima Defensa, no podemos caer en el error de poner la carga de la responsabilidad de la decisión en el padre de familia a quien le queremos dar la "libertad de defenderse" pero a la vez le estamos impulsando a violar sus propias convicciones personales y a quebrantar sin querer las leyes establecidas de su sociedad, las cuales como hombre de bien él ya está dispuesto a respetar.
Lo que quiero decir con esto es lo siguiente:
El hombre de bien NO es quien está haciendo daños a otros, por lo tanto aunque él también hace parte de la solución, la responsabilidad no recae sobre este sino sobre el hombre de mal quien debe decidir acomodar sus actos de tal manera que no se perjudique a sí mismo, a los suyos y al resto de la sociedad.
No se trata de que el hombre de bien vaya en contra de sus principios para defenderse del hombre de mal. El verdadero asunto aquí es que el hombre de mal reoriente los suyos para realinearse a la sociedad y respete a los otros.
Enfrentar la violencia con mas violencia solo genera mas violencia y además la multiplica.
El respeto al otro es lo que nos hace hombres de bien y si medio mundo está siendo irrespetuoso y le decimos al otro medio mundo que "se haga respetar": ¿ A donde vamos a parar?
La solución efectiva aquí es cumplir los mandamientos que Dios nos entregó y que nuestra propia naturaleza humana nos instruye: NO matar, No robar, etc... resumidos por el propio Jesús cuando dijo
Amarás a Dios sobre todas las cosas y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Pero para dar amor hay que ir primero a la fuente: DIOS
A continuación te dejo estos versículos:
"No matarás"
Exodo 20:13
"No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo, lo digo yo el Señor"
Levítico 19:18
"Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”
1 de Juan 4:20
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Mateo 22:36-40
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