Ven el palacio, ven la mansión, ven el edificio... y cuestionan, critican y juzgan... pero...
No tienen en cuenta que para semejante edificio primero hubo que poner un adobe, luego otro, y otro más...a veces bajo la lluvia, aveces bajo el inclemente sol, otras veces bajo ambos como si se hubiesen puesto de acuerdo para hacer una emboscada inmisericorde...
Quien juzga está tan ocupado en levantar su dedo índice que no se ha dado cuenta que aún no ha usado sus propias manos para edificar lo suyo propio...
No puede edificar con sus manos porque las necesita para señalar a quienes sí ocupan las suyas para construir y materializar sus sueños, proyectos y anhelos...
Quien juzga está tan ocupado en levantar su dedo índice acusador que no se ha dado cuenta que es mas fácil levantar el dedo que extender la mano para edificar su propio castillo o para ayudarles a otros a edificar...
No será productivo para quien es juzgado, ni será productivo para quien necesita la mano amiga del juzgador, pero mucho menos será productivo ni provechoso para quien juzga...
porque el ocuparse en juzgar no deja edificio ni amigos verdaderos...Solo deja una vara, una larga vara con la cual serás medido por que con la misma vara con la que mides serás medido...
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