No desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.
Podemos entender con fuertes argumentos y razones que bíblicamente el pastor del ministerio de alabanza debe ser sustentado económicamente por la iglesia, esto lo hacemos basándonos en el principio general que la Biblia establece para todos los que dedican su vida al ministerio a tiempo completo. La figura del pastor de alabanza, en este contexto, se considera un "obrero" o "ministro" que dedica su vida a un rol específico dentro del cuerpo de Cristo.
A continuación enunciaré algunos principios bíblicos de sustento ministerial:
La Biblia establece en varios pasajes que aquellos que se dedican al servicio de Dios a tiempo completo deben ser sostenidos por la comunidad a la que sirven. Estos principios se aplican a los maestros, evangelistas y, por extensión, a los siervos, ministros y líderes de alabanza que cumplen una función pastoral.
1) El obrero es digno de su salario: Jesús mismo estableció este principio al enviar a sus discípulos a ministrar.
Lucas 10:7: "Y quedaos en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa." Este versículo, aunque en un contexto de evangelización, establece la norma de que aquellos que sirven a Dios deben ser apoyados por las personas a las que ministran.
1 Timoteo 5:18: "Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario." Pablo usa una analogía del Antiguo Testamento para reforzar la idea de que quien trabaja en la obra de Dios merece ser sostenido por ella.
2) Sustento para los que enseñan y predican: Pablo argumenta en sus cartas que el sustento es un derecho para aquellos que dedican su vida a la enseñanza y predicación de la Palabra.
1 Corintios 9:11-14: "Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáramos de vosotros lo material? ... Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio." Este es uno de los pasajes más directos. Pablo argumenta que si él y otros apóstoles comparten bienes espirituales de gran valor, es justo que reciban bienes materiales. El pastor de alabanza, al guiar a la congregación en la adoración, siembra lo espiritual de manera continua y dedicada.
Gálatas 6:6: "El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye." Aquí se establece un principio claro de reciprocidad: los que se benefician de la enseñanza espiritual deben compartir sus bienes materiales con quien les enseña.
3) Los pastores y la dedicación a tiempo completo: El rol del pastor de alabanza no es solo musical; es un rol de liderazgo pastoral que requiere una dedicación total.
1 Timoteo 4:15: "Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos." Este consejo a Timoteo subraya la necesidad de una dedicación total al ministerio. Es difícil para un líder enfocarse plenamente en la oración, la preparación de la congregación y el desarrollo de los músicos si también debe preocuparse por su sustento. El apoyo económico de la iglesia le permite dedicarse a tiempo completo a este llamado.
Además de los versículos anteriores, la Biblia ofrece un fundamento sólido para el sustento de los ministros a través de varios pasajes. Estos principios se aplican a cualquier persona que dedique su vida a servir en un rol de liderazgo pastoral dentro de la iglesia, incluyendo el ministerio de alabanza.
El principio del Antiguo Testamento
El apóstol Pablo, al hablar del sustento de los ministros, hace una clara analogía con el Antiguo Testamento para demostrar que este no es un concepto nuevo.
1 Corintios 9:13-14: "¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio."
Con esto, Pablo compara a los ministros del evangelio con los sacerdotes del Antiguo Testamento. Los sacerdotes, que dedicaban su vida a servir en el templo y en el altar, eran sostenidos por los diezmos y las ofrendas del pueblo de Israel, y esto no era de manera parcial, sin de manera suficiente para que ellos ejercieran con efectividad su labor ministerial a la que han sido llamados.
De la misma manera, el Señor ha ordenado que aquellos que sirven en el ministerio del evangelio —y un pastor de alabanza es un ministro del evangelio— vivan de él.
La orden de Jesús:
Jesús mismo, al enviar a sus discípulos, les dio instrucciones claras sobre el sustento.
Mateo 10:9-10: "No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre para vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento."
Aunque Jesús les estaba hablando a los apóstoles, el principio es universal. Su mensaje era: "No se preocupen por su sustento mientras predican el evangelio; yo los he enviado, y la gente a la que sirven los proveerá". Esto establece la expectativa de que el pueblo de Dios cuidará de aquellos que sirven en el ministerio.
El principio del honor y el trabajo arduo
Muchos son los que dentro y fuera de las iglesias, cuestionan a un ministro del altar cuando tiene una vida evidente de prosperidad financiera, y los instan, a tener según ellos una vida más "sencilla y cristiana" pero la verdad, es que son muchas las visitudes, dificultades y carencias que viven muchos siervos fieles, y suele suceder que los que más los critican, son los primeros en voltear sus ojos para no verlos cuando están en necesidad.
Pablo también exhorta a la iglesia a honrar financieramente a sus líderes, especialmente a aquellos que trabajan más diligentemente.
1 Timoteo 5:17-18: "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario."
¿Cómo se aplica? "Doble honor" se interpreta comúnmente como respeto y honor financiero. Este versículo reconoce que algunos líderes (como el pastor de alabanza que lidera y enseña a la congregación) se esfuerzan más que otros y por lo tanto, merecen un sustento que refleje su arduo trabajo, y aquí es muy importante dejar por claro, que uno de los ministerios más difíciles de llevar, es el de la alabanza, pues suele ser el más criticado en sus congregaciones, por ejemplo si son muy buenos músicos, entonces "es que no están leyendo la biblia por dedicarse a su instrumento" y por otra parte, si saben de biblia, "es que están espiritualizand tanto las cosas, que no se esfuerzan por dar una excelencia musical". Y la crítica que más me gusta escuchar, cuando eres un ministro preparado en la palabra de Dios y en la tecnica musical , entonces es porque "eres un soberbio y acaparador de pantalla y te gusta robarle la gloria a Dios".
Y en mi propia experiencia observada, muchos ministros de alabanza, han aceptado su llamado con gran valor y entrega, renunciando incluso, a propuestas bastantes cuantiosas en ámbitos laborales no eclesiales y empresariales de empleos justos y honestos.
Espero que hayas entendido un poco, al menos considerar entender que el sustento al ministro de alabanza y adoración es un mandato claro para la iglesia de sostener generosamente a sus líderes espirituales, no cómo a un rey, pero sí al menos como una persona que puede ser honrado también.
En conclusión, aunque la Biblia no menciona explícitamente el término "pastor de alabanza", los principios de sustento para los ministros que se dedican a tiempo completo a la obra del Señor se aplican a este rol. El sustento económico no es un favor, sino un reconocimiento bíblico de que el obrero es digno de su salario y que aquellos que siembran lo espiritual tienen el derecho de cosechar lo material para poder cumplir su llamado sin distracciones.
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