SI JESÚS ORÓ POR TI, YO TAMBIÉN ORO POR TI:
Todos los días de nuestra vida, necesitamos del favor de Dios, pero también necesitamos del favor del hombre, de aquellos hombres y mujeres que Dios pone allí para que nos ayude de alguna manera. Y muchas de esas ayudas son precisamente sus oraciones por nosotros.
La oración tiene un efecto tan grande para la vida del creyente, que aún nuestro Señor Jesús la hizo parte esencial de su vida diaria, mientras estuvo como hombre aquí en la tierra orando al Padre Celestial. Muchas veces lo vimos orando. Incluso, después de haber resucitado, como lo vamos a ver más adelante.
Hoy vemos a muchas congregaciones que han menguado mucho en sus tiempos de oración, dando prioridad a eventos, a espacios de formación, capacitación; que si bien no es malo, si puede estar llegando a desplazar algo que es vital para el creyente: LA ORACIÓN
La palabra de Dios nos reitera que oremos sin cesar:
Tesalonicenses 5:16-18
“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”
Filipenses 4:6-7
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”
Hechos 1:14
“Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María”
Colosenses 4:2
“Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento”
Romanos 12:12
“Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración”
La palabra de Dios nos dice que nos pongamos de acuerdo al orar
Mateo 18:19
Otra vez les digo que, si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecha por mi Padre que está en los cielos, porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
La palabra de Dios nos dice que oremos los unos por los otros
Efesios
6:18
orando en todo tiempo con toda oración y súplica
en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica
por todos los santos
1 Timoteo
2:1
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas,
oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres
Hechos
12:5
Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel;
pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Observemos que si Jesús tuvo tanto tiempo de oración, cuanto más nosotros necesitamos tenerlos también en comunión con el Padre Celestial. De forma intima, de forma familiar, en público, etcétera. Esto a través de Jesús.
JESÚS ORABA SOLO
a) Mateo 14:23 Cuando Jesús iba a pasar a Genesaret, donde sanaría a muchos enfermos, aún con solo ellos tocar el borde de su manto. En este capítulo también vemos como Jesús toma a Pedro de la mano cuando Jesús caminó sobre el agua.
Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
b) Marcos 1:35 Cuando Jesús se disponía a predicar
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
c) Lucas 22:39-41 Cuando Jesús vio que se acercaba la hora de sui crucifixión
Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. 40Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. 41Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
d) Mateo 6:9-13 Enseña a orar a sus discípulos con lo que hoy conocemos como el Padre nuestro
Y lo enseñó con la autoridad de que sus discípulos mismos se lo pidieron, ya que lo veían a Él haciéndolo.
e) Lucas 9:18 En un momento de intimidad con sus discípulos les hace una pregunta que trasciende a nuestros días: La respuesta y declaración de Pedro por revelación del Espiritu Santo, que Jesús es el Cristo esperado.
Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?
f) Lucas 10:21 Jesús hace una pausa y alaba al Padre en una oración.
En aquella misma hora El se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.
g) Mateo 6:6 Jesús nos invita a orar en intimidad y en privacidad con el Padre de los cielos.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
JESÚS ORABA EN PÚBLICO
Juan 11:41-42 Cuando oró por la resurrección de Lázaro
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42Yo sabía que siempre me oyes; PERO LO DIJE POR CAUSA DE LA MULTITUD QUE ESTÁ ALREDEDOR, PARA QUE CREAN QUE TÚ ME HAS ENVIADO.
Juan 12:27-30 Cuando Jesús se dispone a anunciar su muerte
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. 28Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. 29Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. 30Respondió Jesús y dijo: NO HA VENIDO ESTA VOZ POR CAUSA MÍA, SINO POR CAUSA DE VOSOTROS.
Mateo 6:5-15 No es una contradicción de Jesús el invitar a orar en secreto, y el también orar en público. El punto de equilibrio y/o a aclaración aquí, es la motivación de corazón que tenemos al orar en público, la cual conoce nuestro Padre celestial de antemano.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres;b de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta,c ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.7Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Lucas 6:12-13 ORÓ para tomar decisiones importantes
En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:
ANTES DE LAS COMIDAS con sus discípulos, e incluso cuando iba a realizar la multiplicación de los alimentos (Mt 26:26) (Mc 8: 6) (Lc 24:30) (Jn 6:11)
Lucas 24:30 JESÚS ORÓ, INCLUSO EN LA CENA QUE TUVO DE CON SUS DISCIPULOS DESPUÉS DE HABER RESUCITADO
Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.
JESÚS CONSTANTEMENTE REITERA LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN Y NOS ORIENTA A CUÁL DEBE SER NUESTRA ACTITUD AL HACERLO:
Orar es mi comunicación con Dios, si no hay oración, no hay comunicación; si no hay comunicación, no hay relación; y si no hay relación, no hay una formación ni una transfomación oportuna y genuina de lo que Dios quiere moldear en nosotros.
Y nuestra oración NO debería convertirse en un rezo en piloto automático, donde repetidamente expresamos lo mismo ya sin un sentir y sin una disposición ni atención a lo que se está haciendo, como si fueramos robots. Nuestra oración al Padre debe ser espóntanea y genuina , así como el niño expresa a su padre o a su madre lo que quiere, siente y piensa.
Mateo 21:22 y Marcos 11:24 Debemos creer al orar
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán
Marcos 11:24-26 La oración va ligada al perdón
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 25Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Mateo 7:7-11 A un niño en la escuela le preguntaron para qué eran las puertas y él respondió “para tocarlas”. Tengo una frase personal en mi vida, y es que la oración es la aldaba para tocar las puertas del cielo.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Jeremías 33:3
Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no conoces
Juan 14:13-14 Nuestra oración siempre debe buscar glorificar al Padre.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Juan 15:7 y 16 Oremos para llevar el fruto que Jesús quiere en nosotros.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Mateo 5:44 ¿Nuestra oración hacia quien se orienta?
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y ORAD POR LOS QUE OS ULTRAJAN Y OS PERSIGUEN; (A veces nos da dificultad orar, hasta por aquellos que amamos, o incluso nuestra oración suele centrarse en nosotros mismos y nuestras necesidades personales)
1 Juan 5:14
1 Juan 5:14
“Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye”
Los dos aspectos a resaltar más hermoso que yo personalmente veo en las oraciones de Jesús, es que siempre esa oración buscaba el cumplimiento de la voluntad perfecta del Padre Celestial, y que esa oración era hacia Dios pero nos involucraba a nosotros, los que hoy somos su iglesia redimida.
Quiero terminar con una de las oraciones de Jesús, que más estremece mi corazón cada vez que la leo, por el contexto y por las palabras que Jesús expresa en ella: Juan capítulo 17
Jesús ora por sus discípulos
17 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.
7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,
10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
UN CAPÍTULO DESPUÉS (18), JESÚS ES TRAICIONADO Y ENTREGADO.
Y EN EL CAPÍTULO 19, JESÚS ES SENTENCIADO Y CRUCIFICADO. Pero su oración fue centrada en la voluntad del Padre, y fue centrada en los otros, en sus hermanos, en sus redimidos, la oración de Jesús se centró en un ruego al Padre de los cielos, intercediendo y clamando por nosotros, aún en un momento tan difícil para él mismo en su condición de hombre. Así mismo, con esa misma conciencia, deben ser nuestras oraciones a partir de hoy.
¿Cómo padres si estamos orando fielmente por nuestros hogares?
¿Cómo líderes si estamos orando por aquellos hombres y mujeres que Dios tiene bajo nuestro cuidado, dirección o cobertura en nuestras congregaciones y ministerios?
¿Qué tan concentradas están nuestras oraciones en pedir por lo que es nuestro fin y beneficio propio solamente?
¿Realmente estamos dando cabida en nuestras oraciones por nuestros hermanos que también tienen sus propias luchas y dificultades? Y nosotros mismos también necesitamos de la oración de ellos
Qué bueno tener un buzón de oraciones para nuestra congregación, sea anónima o firmada, según la decisión de la persona que pide por oración. (Ministerio de intercesión)
OTROS VERSÍCULOS:
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7
Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Jeremías 29:12-13
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