El hermano José Perfectín de la Acusación, miembro de una iglesia de cualquier lugar, se acerca muy molesto e indignado a su pastor, recriminándole porque a su parecer el pastor no estaba orando lo suficiente y se evidenciaba en su forma de hablar.
El pastor le respondió
-No me parece
Este hermano, desconcertado por la respuesta de su pastor, le continúa diciendo que que como pastor se veía negligencia en su estudio de la palabra de Dios, pues sus mensajes eran repetitivos y le hacía falta "unción fresca".
El pastor de nuevo le responde:
-No me parece.
El hermano más que desconcertado, un poco inquieto, agrega que como pastor, evidencia falta de humildad al no escuchar su exigencia.
El pastor, sin perder su apacibilidad, le dice:
-No me parece.
Notablemente molesto, el hermano, le recrimina levantando su voz: ¡Usted es un pastor tan soberbio! A todo lo que le digo solo puede responder "¡No me parece!"
El pastor con una sonrisa de amor, le dice:
-No me parece... Te digo que no me parece, porque tú estás hablando desde lo que crees conocer de mi, sin embargo nuestro Dios, sabe que yo soy mucho peor de lo que tu dices que soy. No me parece suficiente lo poco que dices de mí, sé que necesito mucho de Dios. Necesito de Dios mucho más de lo que a ti te parece...
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