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Anderson Posada Ministerio Adorando en Su Presencia

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Vida plena en Cristo


PLENITUD DE CRISTO EN NOSOTROS

El creyente está llamado a vivir en la plenitud que Dios desde el principio preparó para el hombre y que también Cristo nos prometió. Una plenitud llena de vida, y mucho más aún, una vida abundante. Dios desde el principio, en su propósito perfecto, ha planeado para el hombre, autoridad, privilegio y bendición.

Sin embargo, el hombre a través de los años y en la historia de la humanidad, desde el principio, ha querido todos estos beneficios, pero a su manera. Lo que lo ha llevado a perder la plenitud de vida que Dios ha puesto a su alcance.

Veamos cómo podemos aprender a vivir en esa vida en plenitud. Y para ello tomaremos tres experiencias personales registradas en la biblia, que reflejan:

a) una vida plena perdida, (Adán y Eva)

b) una vida plena a punto de perderse y (Asaf)

c) una vida plena que permaneció, al entender en qué consiste realmente la plenitud. (Pablo)

1) ADÁN Y EVA: GÉNESIS 3:4-7 (Orgullo, desobediencia, avaricia, ego, duda)

Fueron el primer hombre y la primera mujer sobre la tierra, registrado en el libro de Génesis. Fueron puestos desde el principio en el jardín de Edén con una POSICIÓN DE AUTORIDAD recibida del mismo creador sobre toda la creación. Además de haber recibido una serie de privilegios y bendiciones

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

Adán y Eva, cambiaron un lugar de honra y bendición que tenían en su vida, por una situación de temor y vergüenza, al haber desobedecido, buscando ponerse a la misma altura de Dios.

1 Corintios 15:45

Dicen las Escrituras que el primer Adán se convirtió en un ser viviente; pero el postrer Adán, Cristo, es un Espíritu que da vida. NBV

Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. RV1960

Hoy en Cristo Jesús, quien según el apóstol Pablo, representa el segundo Adán, es decir el hombre perfecto y sin pecado, podemos tener acceso nuevamente, más que a un jardín en Edén, al paraíso celestial, del cual , solo Jesucristo es el camino y la puerta, siendo, él mismo, el pastor que nos lleva bajo su cuidado a mejores pastos.

No seamos desobedientes a Dios, y seamos agradecidos con lo que Él ya nos ha dado, y seamos agradecidos desde ya, con lo que también nos ha prometido para el futuro.


2) ASAF: SALMO 73 (Envidia, duda, avaricia, tristeza, resentimiento)

Salmo de Asaf.

73 Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón.

En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos.

Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos.

Porque no tienen congojas por su muerte, pues su vigor está entero.

No pasan trabajos como los otros mortales, ni son azotados como los demás hombres.

Por tanto, la soberbia los corona; se cubren de vestido de violencia.

Los ojos se les saltan de gordura; logran con creces los antojos del corazón.

Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería.

Ponen su boca contra el cielo, y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

12 He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día, y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos, he aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 CUANDO PENSÉ PARA SABER ESTO, FUE DURO TRABAJO PARA MÍ,

17 HASTA QUE ENTRANDO EN EL SANTUARIO DE DIOS, COMPRENDÍ EL FIN DE ELLOS.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer.

19 ¡Cómo han sido asolados de repente! perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta, así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía; era como una bestia delante de ti.

23 Con todo, YO SIEMPRE ESTUVE CONTIGO; me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.

Salmo 73:25-26

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras.

Recordemos que Asaf tuvo un PRIVILEGIO desde el mismo vientre de su madre, ya que era de la tribu de Leví, y esto lo hacía Levita, siendo músico y profeta que servía en el templo como uno de los principales directores.

Y como levita, recordemos que Dios mismo era la porción de los levitas, según el libro de Números 18:20; pero aún así, por un momento Asaf le quitó valor al hecho de que Dios mismo era su porción, y estuvo a punto de perder esa plenitud que en Dios podemos recibir; como mejor lo dijo el mismo Asaf En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. Salmo 73:2. ¿Te identificas en esto con Asaf en algún momento de tu vida…posiblemente en este mismo momento?

Esto nos enseña que muchas veces nos vemos tentados a compararnos, incluso con aquellos que no temen a Dios, pero debemos tomar la actitud acertada de Asaf, quien vio que nada en la tierra se compara a la presencia de Dios en su vida y por toda la eternidad.





3) APÓSTOL PABLO: FILIPENSES 3:4-14 (Pruebas, tribulaciones, dificultades, persecuciones, azotes, renuncia a sí mismo)

A pesar de la situación personal que estaba viviendo, Pablo desde la cárcel le dio fortaleza y esperanza a los Filipenses. Pablo estando en la cárcel, tenía vida plena. Y era tal esa plenitud, que le alcanzaba para fortalecer a los que estaban en libertad.

Y recordemos que Pablo RENUNCIÓ a un montón de privilegios que humana y socialmente había logrado y merecido, pero Pablo desechó todo lo que para él y para cualquier persona en ese tiempo, sería algo llamativo y atractivo en cuanto a profesión, estatus y economía.

4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: 5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. 7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Y en el versículo 18 continúa diciendo

18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal. 20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

Y es que Satanás es un experto en distorsionar el propósito de Dios en la vida del hombre, y por ello, Pablo también tuvo que advertir a la iglesia de Corinto al escribirle en 1 de Corinto 2:1-5 y 2:9

Proclamando a Cristo crucificado

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Y,

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.

Pablo además, escribió también en Colosenses 2:8-10 (Recordemos que Pablo estaba preso por primera vez en Roma, alrededor de los años 60–62 d. C, cuando le escribió a los colosenses)

Plenitud de vida en Cristo

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

Dios desde el principio ha planificado la plenitud para usted y para mí, y esta plenitud siempre ha estado al alcance por su gracia y por medio de Cristo por su misericordia, pero corremos el riesgo de perderla cuando quitamos nuestra mirada de Cristo y la ponemos en otras cosas efímeras, como son la vanidad, las circunstancias, la riqueza material e incluso, nosotros mismos podemos ser nuestros propios distractores. Por eso es necesario que nuestro yo mengüe, y así al poner nuestros ojos en Cristo, quien es el autor y consumador de la fe, él crezca en nosotros de manera real, vivencial y visible.

Filipenses 1:6  estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;


Pablo escribió la carta a los Colosenses, Filipenses, Efesios y Filemón estando en prisión. Y se goza en el sufrimiento. Pablo no podía alzar sus ojos a los montes, como lo dice David en el salmo 121, pero Pablo entendió que no importa el lugar, el momento, ni la situación pues siempre podemos estar gozosos, aún en medio del sufrimiento. Esa es la plenitud del creyente que confía plenamente en Dios y en la obra de Jesús.

Es importante observar, que la iglesia de colosenses se estaba viendo presionada a aceptar doctrinas de politeísmo y judaísmo. Hoy en día muchas doctrinas dañinas se han metido camuflándose en la iglesia, un ejemplo de ello es la doctrina de la prosperidad, que ha traído frustración en el creyente, a tal punto que le hace sentir pecador, indigno o que no está siendo escuchado por Dios cuando su economía no está como “prósperamente debe estar”.

También hoy, en nuestros días, se han metido muchas filósofías y conceptos, donde si bien el objetivo y el horizonte del evangelio es el hombre, esto se ha distorsionado y malinterpretado a tal punto, que ahora el centro del cristianismo no es Cristo, sino el hombre y su propio Yo (Yoísmo= ego 'yo' e -ismo. 1. m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés , sin cuidarse del de los demás .)

Y si bien esto al principio puede llegar a ser atractivo para el ser humano, desde la primera vez que este tocó la tierra (Recordemos a Adán y Eva, que quisieron ser iguales a Dios y desatendieron la instrucción y posición que él había determinado para ellos), al final, ese deseo de estar al margen de Dios o incluso al mismo nivel, nos lleva a una situación de no reconocerle, y por ende a no darle el lugar que él merece, y cuando hacemos esto, entonces, llegamos al punto de pensar y actuar solamente como a nosotros nos parece sin tener en cuanta a Dios en nuestras vidas, y esta situación nos lleva a depender solo de nosotros mismos y de lo que Yo mismo pueda hacer por mí.

Y por eso vienen luego la angustia, la zozobra, la inquietud, las inseguridades y los errores en nuestras decisiones, porque sacamos a Dios de la ecuación, para que Él sea el que mengüe y en cambio nosotros seamos los que crezcamos en nuestro ego y en nuestra propia autosuficiencia banal.

El antídoto para esto es entender Juan 3:30

RVR1960 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.

LBLA Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.

Oremos a Dios en este momento, para que el fundamento de toda nuestra fe, amor, paz, esperanza, sabiduría y entendimiento, provengan solamente de él y permanezcan en él. De esta manera de verdad tendremos una vida plena, pues la plenitud de Jesucristo permanece en nosotros, y crece mientras nosotros morimos a nosotros mismos y mengüemos para que él crezca.






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