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El Padre ausente (Congreso juvenil Adopta2) Paternidasd de Dios

 

EL padre ausente

Mateo 27:46

Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Salmo 27:10

Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.

 

Mensaje 2 6:00-7:30

Amor propio: Dios nos ama, pero a nosotros mismos nos cuesta amarnos , pero cuando miramos hacia el amor de Dios, es fácil volvernos a amar a nosotros mismos, pues entendemos que si Dios nos acepta, nosotros mismos no podemos dejar de amarnos.

Disposición: Dios nos ama, y aunque muchas veces lo sabemos, no nos disponemos a vivir lo que ya sabemos. El vivir como hijos va más allá de saber que tenemos el privilegio de serlo, es necesario aceptarlo e interiorizarlo en nuestras vidas. Cristo en su condición de Hijo, estuvo dispuesto a ser hijo obediente hasta la muerte, pues como hijo, sabía que su Padre, al final de todo, nunca le dejaría solo.

Aceptación:

Un aspecto importante acerca de la aceptación con respecto a la paternidad de Dios, es que aun estando en casa, no garantiza que nos sintamos hijos, pero la realidad que tú y yo debemos entender, es que aun estando lejos de casa, nunca dejaremos de ser hijos. Cuando volvemos nuestra mirada al amor de Dios, entendemos que Dios nos acepta a pesar de lo que somos, pero también nos quiere transformar. Pues como Él nos amó primero, ahora nosotros nos disponemos para buscarle, obedecerle y amarle en respuesta a Su amor; porque su amor nos transforma, ya que Dios no nos deja en la condición en la que nos encontró, sino que nos transforma con Su Espíritu Santo, con Su amor y con el Poder de Su palabra. Un verdadero hijo de Dios reconoce, que no está como quisiera, pero también sabe que ya no está como cuando empezó.

Ministración posible: Tu amor no tiene fin (G12) o Padre de amor (Anderson)

Cuando de niño, a la edad de 5 años me perdí, mi padre vino a buscar lo que sí se había perdido. No sé si era por la edad o por la tranquilidad que había desarrollado de saber que tengo un padre que vela por mí. Yo nunca me asusté o me angustié de verme solo en lugares desconocidos, pues yo sabía que me vería con mi papá en algún momento.

 

 

Predicación El padre ausente:

Hay varios tipos de padre ausente:

 

a)      Los que nunca estuvieron. Sus hijos no le conocieron por alguno de muchos motivos que existen.

b)     Los que están aleatoriamente. Los que están pero que es como si no estuvieran. Estuvo presente, pero, ausente. O fue un buen padre, pero, no un buen referente espiritual.

c)      Los que en algún momento deben dejarte "solo" para que puedas crecer. En algún momento, deben soltarte la bicicleta para que pedalees solo. Tu padre celestial nunca te abandonó, solo te está permitiendo darte cuenta, lo fuerte que te ha hecho. Y está cumpliendo su propósito eterno en ti. En la cruz del calvario, Cristo tiene la sensación que todo hijo pequeño siente cuando es soltado, pero Cristo sabía, que era necesaria su muerte para que se cumpliese Su propósito y la voluntad del Padre celestial.

Muchas cosas de mi papá y de mi mamá no las entendí sino, hasta que yo mismo fui padre de mis  propias hijas. Lo que te quiero decir con esto, es que muchas cosas en los designios de Dios, no las podremos entender a cabalidad, pero en la medida que veamos con los ojos del Padre celestial y no con nuestros propios ojos, muchas cosas de nuestra vida que parecen ser difíciles o incluso injustas tomarán un mayor sentido y fuerza relevante para nosotros. Al obedecer como hijos, no siempre garantiza que entiendas lo que está pasando.

 

Con relación a nuestro Abba Padre Dios:

 

a)      Hoy puedes conocerle.

b)      Dios Padre siempre ha estado presente, aunque a veces creas no verlo o  sientas que no está ahí.

c)      Dios Padre es bueno y cumplirá Su propósito en ti.

Mateo 27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Esto es realmente el inicio del Salmo 22, el cual es un Salmo profético, donde se mencionan varias de las situaciones que viviría Jesucristo en su tiempo de pasión, crucifixión, muerte y resurrección. Allí, aunque se lee angustia y sufrimiento en él, dicho Salmo termina en palabras de esperanza, alabanza y victoria. (Recordar la escena de la película la Pasión de Cristo, en la cual Satanás ronda la cruz, mostrándole a Jesús de que aún el Señor de las tinieblas y la maldad cuida a su hijo, mientras que al parecer el Padre celestial, lo abandona a su propia suerte.

Padre por qué me has abandonado: Palabras de Jesús. Conocer y entender la voluntad de Dios no asegura, que en algún momento en nuestra humanidad nos sintamos solos. Por eso nos dejó al Consolador para guiarnos a toda verdad, porque sentirse solos, no significa que estemos solos. Muchas veces incluso, sabemos que pasa, al contrario, podemos estar acompañados, pero sentirnos solos.

¿Por qué parece ser que cuando hay más dolor, más tristeza, más angustia, más soledad y más sufrimiento, es cuando parece ser que Dios Padre más lejos se ha ido?

Posiblemente, tú te sientas hoy en Getsemaní, o parezca ser, que ya has llegado a tus límites estando en esa cruz allí en el Gólgota.

 

Pero es en esos momentos, donde, como verdaderos hijos de Dios, trascendemos y dejamos a un lado las preguntas del por qué y del para qué, y sencillamente, muriendo a nosotros mismos, descansamos en la voluntad y en el cuidado eterno del Padre, y podemos exclamar aún en nuestro último aliento como lo hizo Jesucristo: Padre en tus manos encomiendo mi espíritu. Esto es confianza en el padre, esto es la convicción que todo hijo de Dios debe tener con relación a Abba Padre.

Esto en teología cristiana se llama Kénosis (Vaciamiento absoluto de nuestra propia voluntad, para hacer la voluntad de Dios. Es decir, donde nuestra única voluntad, es hacer Su voluntad)

Papá Dios nunca te ha dejado solo, solamente te está permitiendo ver lo fuerte que él te ha hecho. El maestro, a la hora del examen, debe guardar silencio, pero está allí.

Sobre la tierra, humanamente hablando, lo más inmenso que hay es el amor de una madre, pero si hay algo más grande que el amor de una madre es, El amor de Abba Padre Dios.

Dios prometió nunca dejarnos solos, por eso el Salmo 22 en realidad, NO es un lamento, sino que es el recorrido de lo que todo hijo puede llegar a vivir pero que al final trae los beneficios de creer, esperar y obedecer a nuestro Abba Padre. Hebreos 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Salmo 27:10

Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.

Juan 1:12

12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Gálatas 4:4-7

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

Romanos 8:15

15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Orar es mi comunicación con Dios, si no hay oración, no hay comunicación; si no hay comunicación, no hay relación; y si no hay relación, no hay una formación ni una transformación oportuna y genuina de lo que Dios quiere moldear en nosotros.

Y nuestra oración NO debería convertirse en un rezo en piloto automático, donde repetidamente expresamos lo mismo ya sin un sentir y sin una disposición ni atención a lo que se está haciendo, como si fuéramos robots. Nuestra oración al Padre debe ser espontánea y genuina , así como el niño expresa a su padre o a su madre lo que quiere, siente y piensa.

 

Romanos 8:15

14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Más que vencedores

28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Job pudo decir aún en medio de su dificultad en todas las áreas, humanamente hablando: Job 10:11-12 NVI

. “Fuiste tú quien me vistió de carne y piel, quien me tejió con huesos y tendones. Me diste vida, me favoreciste con tu amor, y tus cuidados me han infundido aliento

Salmo 139: 13-18, NTV

Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. 14 ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. 15 Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. 16 Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara. 17 Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar! 18 Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!” Salmo 139: 13-18, NTV

 

No hay nada bueno que puedas hacer para que Dios te ame más. No hay nada malo que puedas hacer para que Dios te ame menos.

En la biblia creemos ver a un Padre que abandonó a su hijo, pero en realidad vemos que Abba Padre siempre estuvo allí, y declara desde los cielos que Jesús es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia, esto justo en el momento del bautizo en agua por Juan el bautista. Además, Dios reitera la complacencia para con Su hijo, cuando Pedro  y los otros discípulos proponen cuidar a Jesús a su manera haciéndole carpas para pasar la noche, esto lo vemos en Mateo 17:5

Jesucristo siempre estuvo consciente de su propósito y misión aquí en la tierra: Morir en la cruz del calvario, aunque él fuese justo, recibiendo el castigo del pecado sobre él, para que el injusto, fuera justificado y no recibiera el pago de su pecado.

Y aún en la cruz del calvario, Jesús pregunta: Padre por qué me has abandonado (Desamparado) No es que Jesús dudara del cuidado de Su Padre aun viéndose en la cruz del calvario, sino que justo en ese momento era necesario que toda la maldad, el pecado y la rebeldía con todas sus consecuencias se posaran sobre él, fueran tomadas por él, así como dice Pablo en 2 de Corintios 5:21 Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo. Y esto es muy difícil.  Así, como lo es para usted y para mí cuando lo estamos viviendo, cuando en nuestro caso, sí nos alejamos de nuestro Padre.

Cristo en la cruz del calvario sintió ese abandono, para que tú y yo no lo tengamos que sentir y podamos clamar Abba Padre por Su Espíritu Santo

Abba era el nombre cariñoso que usaban los niños arameos (III A.C - III D.C) al referirse a sus padres, y combina algo de la intimidad de la palabra española “papá” con la dignidad de la palabra “padre”, de modo que es una expresión informal y a la vez respetuosa, es una expresión de cercanía, pero de respeto y confianza en tu Padre. Por lo tanto, más bien que un título, era una forma cariñosas de expresarse con un vínculo hermoso de Padre-Hijo y una de las primeras palabras que un hijo aprendía a decir.

Cuando tú y yo exclamamos Abba, no es una falta de respeto hacia al Dios eterno, de hecho, simplemente al hacerlo es una evidencia de que hemos aceptado, recibido, entendido, hemos dispuesto realmente a creer en nuestro corazón, que el amor de nuestro Abba Padre Dios está en nosotros y con nosotros, esto a través de su hijo Jesucristo.

Marcos 14:36 "Y (Jesús) decía: «¡AbbáPadre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.»

Gálatas 4:6 "La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡AbbáPadre!"

No está de más reiterarte, que no hay nada bueno que tú y yo podamos hacer para que nuestro buen Padre Abba Dios nos ame más. No hay nada malo que tú y yo podamos hacer para que nuestro buen Padre Abba Dios nos ame menos.

EL Padre nunca estuvo ausente, solo te está permitiendo crecer como hijo. Tu siempre serás su bebé y él siempre será tu Abba Padre.

 

 

 

 

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