google-site-verification: google8ac7ecf16b727b08.html Las bondades de la ley y los peligros de la gracia. ~ Ministerio Adorando en Su Presencia

Anderson Posada Ministerio Adorando en Su Presencia

Ayúdanos a ayudar

Las bondades de la ley y los peligros de la gracia.

 

16 El que aguarda el mandamiento guarda su alma; el que menosprecia sus caminos morirá.

Proverbios 19:16

Las bondades de la ley y los peligros de la gracia.

 

Romanos 6

¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Siervos de la justicia

15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.

20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Gálatas 5:13-23

13 Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. 14 En efecto, toda la Ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».[b] 15 Pero si siguen mordiéndose y devorándose, tengan cuidado, no sea que acaben por destruirse unos a otros.

La vida por el Espíritu

16 Así que les digo: vivan por el Espíritu y no sigan los deseos de la carne; 17 porque esta desea lo que es contrario al Espíritu y a su vez el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. 18 Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la Ley.

19 Las obras de la carne se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; 20 idolatría y hechicería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, desacuerdos, sectarismos 21 y envidia; borracheras, orgías y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

22 En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. 24 Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu. 26 No dejemos que la vanidad nos lleve a provocarnos y a envidiarnos unos a otros.

Como creyentes podemos llegar a malentender y a mal usar la buena intención de la ley y por otra parte, abusar de la bendición y beneficios de la gracia, ambas acercadas por Dios, precisamente para bendición de nosotros los hombres. Una como límite y la otra como escapatoria, cuando ese límite fue transgredido.Texto

Descripción generada automáticamente

La ley nos cuida. Nos instruye. Nos orienta. Nos muestra los límites. Nos orienta por el camino. Aunque en nuestra humanidad, es imposible de cumplir por nosotros mismos, la ley nos pone unos límites para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás, también. Entendido de esta manera, la ley es buena para la vida del hombre. La parte que no es tan buena es que el hombre ha evidenciado a través de los siglos, que no puede cumplirla completamente por su propia condición caída y más aún, cuanto más alejado de Dios está, mayor lejanía muestra de andar dentro de los límites que el camino de la ley nos instruye a caminar.

Ahí es cuando entra Jesús en acción, con la obra de amor demostrada en la cruz del calvario. Y de esta manera, nos acerca su preciosa gracia.

La gracia, nos da oxígeno, cuando el tanque está vacío mientras estamos en el fondo. La gracia, de forma inmerecida, hace efectivo en Cristo Jesús, aquello que nosotros no podemos lograr, por nuestras buenas intenciones, esfuerzos, conocimiento, poder o dinero. La gracia es ese regalo que no podíamos tener por nosotros mismos, pero que fue acercada por Jesús, a través de la cruz del calvario.

 

La gracia nos cobija, pero si estamos dentro de ella, y para estar dentro de la gracia, es necesario que esté implícita la ley, pues ¿Si no damos valor a la ley, de qué manera sería necesaria la gracia? Pues no sería necesaria la gracia sino hay ley. Una cosa (Gracia) no quita la otra (Ley) Y muestra de ello, es lo qué Jesús dijo en Mateo 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

 

Sin embargo, la gracia muchas veces se ha malentendido, de tal manera, que la libertad que en Cristo Jesús recibimos por gracia, muchos la han convertido en libertinaje. Quebrantando la ley a costa de la gracia, dando rienda suelta a su libertad recibida en la gracia, para sin reparo caminar, como  si no existiera la ley, llegando al libertinaje que Dios mismo desaprueba y por el cual nos acercó la gracia en Cristo Jesús con su obra redentora en la cruz del calvario.

Suelo usar una frase que trata de marcar un equilibrio entre la ley y la gracia, que dice así: “Que una familia amiga te invite a almorzar, no quiere decir que te comas todo su mercado del mes” , parecida a otra frase mucho más popular que dice “Nos dan un dedo de gracia y nos comemos toda la mano sin misericordia por simple libertinaje”

Lo interesante de esto, es que Jesús, momentos antes, nos acaba de hablar de las Bienaventuranzas, lo que implica el amor, sí o sí.  Y cuando existe el amor, es más fácil cumplir el mandato de la ley, esto por nuestro amor a Dios primeramente y en segunda instancia por el amor a nuestro prójimo.

A)    ¿Qué es la ley?

A nivel legal es la Regla o norma establecida por una autoridad superior para regular, de acuerdo con la justicia, algún aspecto de las relaciones sociales para así mantener el orden, dando equilibrio a los derechos con los deberes. Siempre que una parte transgrede la una ley, hay otra parte que es perjudicada.

1)      Leyes naturales emanan de la naturaleza y rigen todos los espacios de la creación, son irrevocables, eternas e invariables. No fueron creadas por el hombre por lo que no responden a la voluntad de las personas. Por ejemplo: la Ley de la Gravedad.

 

2)      Leyes Positivas establecidas por la autoridad competente de un territorio para garantizar el orden en una sociedad, deben ser cumplidas por todos los ciudadanos y no pueden ir en contra de las leyes naturales.

 

1-1  Según el modo: Permisivas y Prohibitivas

1-2  Según el rango: Orgánicas, ordinarias y constitucionales.

1-3  Según el origen: Formales y materiales.

1-4  Según el ámbito donde aplican: Federales y locales.

Características de las leyes

Obligatorias. Deben ser respetadas y cumplidas por todos los ciudadanos que estén en el territorio en el que rijan esas leyes, incluso, cuando estas vayan en contra de la voluntad del individuo. El no conocimiento de la ley no es excusa para su no cumplimiento.

Impersonales. Son creadas para ser aplicadas a un grupo indeterminado de sujetos y no a una sola persona.

Abstractas. Se aplican en todos los casos, lo que implica un número de casos no establecidos ni particularizados.

Permanentes. Son formuladas con carácter indefinido y permanente, solo dejan de tener vigencia cuando son subrogadas, abrogadas o derogadas a partir de leyes posteriores.

Irretroactivas. Regulan hechos que se desarrollan luego de su sanción por lo que no rigen sobre conductas anteriores a su aparición.

Generales. Son aplicables a todos los individuos, sin excepciones.

Coercitivas. Su no cumplimiento implica la imposición de una pena o castigo.

Vemos cómo el hombre trata desde su propio conocimiento de ir estableciendo leyes, normas, y se ve en la necesidad de clasificarlas, porque cada vez se hacen más inmanejables y al mismo tiempo contradictorias. Muchas leyes hoy en día están llegando al punto de inhabilitar en su aplicación muchas otras leyes naturales. Esto es porque cada vez se trata de evitar más la ley divina y la ley natural para dar rienda suelta a sus propias pasiones e intereses desordenados; pues recordemos lo que nos dijo Pablo en el capítulo 5 de Gálatas Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones.(Libertinaje)

Otra muestra importante, de la contrariedad de las leyes humanas actualmente, es donde se imponen intereses de minorías por encima de las intereses de las mayorías, y muestra de ello son las ideologías y demás planteamientos que a diario escuchamos y vemos, las cuales bajo la falsa bandera de la inclusión,  cada vez crean leyes que excluyen más y más a las personas en general y se alejan más de la palabra y las instrucciones que Dios, como Creador, nos ha dejado desde el principio, y que como seres humanos, desde nuestro interior no podríamos negar, solo que el hombre, en especial de este tiempo, le dan más importancia al cómo me siento, que a lo que soy, y si es necesario distorsionar lo que soy para dar mayor lugar a cómo me siento, pues entonces se renuncia incluso a la razón, a la lógica y a la biología. Alejándonos esto de la instrucción, saltándonos la baranda que nos cubre del vacío y cayendo así en el fango ensuciador llamado pecado.

En el antiguo testamento, vemos principalmente la Ley de Talión, ojo por ojo diente por diente. Y las leyes que encontramos en la Biblia podemos definirlas en APODÍCTICAS y CASUÍSTICAS

Hay dos grandes tipos de leyes. Las primeras son las leyes «apodícticas», que definen sencillamente lo que la gente debe o no debe hacer. Los mejores ejemplos de esto son los Diez Mandamientos (Dt 5:6-21). El segundo tipo corresponde a las leyes «casuísticas». Éstas no comunican «haz esto» o «no hagas aquello», sino que describen casos hipotéticos y aconsejan cómo manejarlos. A partir de ellos, los lectores pueden derivar principios aplicables en otros escenarios. Es importante que notemos esto porque las leyes casuísticas no son exhaustivas. No exploran todas las posibles situaciones alternativas que las personas pueden encontrarse. Son ejemplos presentados de manera simple. Es fácil pensar que las leyes casuísticas son simplistas, injustas, o que contienen numerosas lagunas, pero eso es tratarlas como leyes apodícticas o malinterpretarlas como si fuesen exhaustivas. La naturaleza hipotética de ellas implica también que es invaluable entender la cultura antigua que proveyó el contexto de dichas leyes. Sin ese contexto, puede ser fácil malinterpretar la intención de ellas.

Comparemos algunas leyes del antiguo testamento, que en términos generales aplicaban la ley del Talión (Igual o idéntico), Hamurabi quien fue el sexto Rey de Babilonia según la historia, fue considerado el que hizo anotar en tablas.

La ley del Talión, no solo exigía un castigo idéntico por el daño hecho, sino, que al mismo tiempo marcaba un equilibrio, para que la retribución, venganza o castigo del pecado cometido, no pasara el límite entrando en injusticia al dar un castigo mayor de lo necesario. Esto no solo nos hablaba de justicia humana al equilibrar el castigo, sino también de un intento de gracia por parte de los hombres para que no se pasara injustamente del castigo merecido.

Éxodo 21:24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

Levítico 24:19-22 ``Si un hombre hiere a su prójimo, según hizo, así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, así se le hará. ``El que mate un animal, lo restituirá, pero el que mate a un hombre, ha de morir.

Levítico 24:17 ``Si un hombre quita la vida a cualquier ser humano, ciertamente ha de morir.

Deuteronomio 19:21 Y no tendrás piedad: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

En cambio, cuando vamos a leer al nuevo testamento, encontramos

Romanos 12:17-19 Nunca paguéis a nadie mal por mal. Respetad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira {de Dios,} porque escrito está: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE, dice el Señor.

Lucas 6:27-29 »Pero yo les digo a ustedes que me escuchan, amen a sus enemigos. Hagan el bien a los que los odian. 28 Bendigan a los que los maldicen y oren por los que los maltratan. 29 Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra. 

Recordemos que la ley, al ser de aplicación general y justa, el pecado que nosotros cobrábamos al otro, nos hacía participes del castigo por nuestro propio pecado cometido hacia los demás, esto incluye nuestro pecado y transgresión hacia la ley de Dios.

 

B)    ¿Qué es la gracia? (Benevolencia gratuita)

En teología cristiana se entiende por gracia divina o gracia santificante un favor o don gratuito concedido por Dios para ayudar al hombre a cumplir los mandamientos, salvarse o ser santo, como también se entiende el acto de amor unilateral e inmerecido por el que Dios llama continuamente las almas hacia sí.

 

Según la biblia la gracia es un don de nuestro Padre Celestial otorgado a través de Su Hijo, Jesucristo. La palabra gracia, según se usa en las Escrituras, se refiere principalmente al poder habilitador y a la sanación espiritual ofrecidos por medio de la misericordia y del amor de Jesucristo.

 

 

Gracia y misericordia: Diferencias y complementos:

Gracia: Regalo gratuito sin merecerlo.  Misericordia: No recibir el castigo merecido.

 

Cristo no vino a abolir la ley si no a cumplirla Mateo 5:17

 

Ley mosaica? Pentateuco?

 

16 El que aguarda el mandamiento guarda su alma; el que menosprecia sus caminos morirá. Proverbios 19:16

Ley- Es el camino recto- La sabiduría- Palabra- Instrucción

 

Romanos14:12

De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

 

 En estos últimos tiempos que estamos viviendo, es de vital y eternal importancia, y tomar como principio de vida el hecho de que debemos entender como creyentes , que no basta con ser poseedores de las lámparas, pues esto no garantiza nuestro acceso a las bodas del Cordero, es decir, en cuanto a las 10 vírgenes, no eran las que tuvieran lámparas las que podrían irse con el novio., sino que era las que tuvieran aceite en dichas lámparas.

 

Proverbios 1:8

Escucha hijo mío la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre, porque adorno de gracia serán a tu cabeza y collares a tu cuello.

 

1 de Juan 2:15-29

15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

El anticristo

18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. 19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. 24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. 25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

26 Os he escrito esto sobre los que os engañan. 27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

28 Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. 29 Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.

 

Es mejor ser aprobado por Dios, antes que ser usado.

Lo primero, trae como resultado lo segundo. Lo segundo, no garantiza lo primero.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario