Cuando un servidor de las congregaciones dejan de servir y no sigue siendo notable su participación, muchos empi3zan a extrañarle y a preguntarse que habrá sido de aquel hermano o aquella hermana.
Y he evidenciado que muchos se acercan con un interés un poco "enfermo" para enterarse morbidamente del por qué dicha persona no está sirviendo.
Si es por dificultades personales, ve y acompañale en su proceso y ayúdale en todo lo que puedas y un poco más.
Si no estás dispuesto a eso, entonces no preguntes lo que "no te incumbe", lo digo por que no es lo que preguntas, sino la condición de tu corazón al hacerlo.
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