El bautismo por los muertos es una práctica religiosa en la que una persona viva es bautizada en nombre de alguien que ya falleció. En la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocida como la Iglesia Mormona, se realiza esta práctica para que los antepasados fallecidos puedan aceptar a Jesucristo.
En la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se cree que cuando una persona muere, su espíritu va al mundo de los espíritus, donde puede aprender más sobre Jesús.
Para refutar bíblicamente la práctica de bautizarse por los muertos, es fundamental enfocarse en lo que la Biblia enseña sobre el bautismo como un acto personal de fe y responsabilidad individual ante Dios. Aquí te doy algunos puntos clave y versículos que refutan esta práctica:
1. El bautismo es una decisión personal de fe:
El bautismo es un símbolo externo de la decisión personal de aceptar a Jesucristo como Salvador. Es un acto de arrepentimiento y conversión personal, lo cual no puede ser hecho en lugar de otra persona.
- Hechos 2:38: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
- Este versículo muestra que el arrepentimiento y el bautismo son actos individuales, vinculados a la fe personal.
- Marcos 16:16: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
- Aquí se establece una conexión entre la fe personal y el bautismo. No se menciona que alguien pueda ser bautizado por otros o en lugar de otros.
2. Cada persona es responsable de su propia salvación:
La Biblia enseña que cada persona dará cuenta de sí misma ante Dios. No se puede transferir la responsabilidad espiritual a otros, ni los vivos pueden intervenir por los muertos en cuestiones de salvación.
- Ezequiel 18:20: “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.”
- Este texto enfatiza la responsabilidad individual en cuestiones de justicia y salvación.
- Romanos 14:12: “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.”
- La salvación y la relación con Dios son individuales. Cada persona debe dar cuenta por sí misma ante Dios.
No existe un segundo chance para los muertos.
La Biblia enseña que después de la muerte, ya no hay más oportunidades para el arrepentimiento o la salvación. La vida es el tiempo para decidir aceptar o rechazar a Cristo.
- Hebreos 9:27: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.”
- Este versículo refuta la idea de que los vivos puedan hacer algo para cambiar el destino de los muertos. Después de la muerte viene el juicio, no un nuevo comienzo ni oportunidades adicionales.
4. 1 Corintios 15:29 y su interpretación:
Este versículo es el único en la Biblia que menciona el bautismo por los muertos: “De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si en ninguna manera los muertos resucitan, ¿por qué, pues, se bautizan por los muertos?” (1 Corintios 15:29).
Contexto: Pablo está hablando de la resurrección, y el enfoque del capítulo no es recomendar el bautismo por los muertos. Lo que Pablo está haciendo es señalar una inconsistencia en algunas prácticas o creencias que ciertas personas tenían sobre la resurrección. Él menciona esta práctica, pero no la aprueba ni la enseña como doctrina.
En toda la Escritura, este es el único versículo que menciona el bautismo por los muertos. Las doctrinas bíblicas no se basan en un solo versículo, especialmente si no está claro o es debatido. Toda la enseñanza bíblica sobre el bautismo apunta a que es un acto de fe personal, no algo que se puede hacer en lugar de otros.
La Biblia enseña claramente que el bautismo es un acto personal de fe y arrepentimiento (Hechos 2:38; Marcos 16:16), y que cada persona es responsable de su propia relación con Dios (Ezequiel 18:20; Romanos 14:12). No existe ninguna enseñanza bíblica que sugiera que uno puede ser bautizado en lugar de otra persona, y Hebreos 9:27 deja claro que después de la muerte viene el juicio, no una segunda oportunidad. 1 Corintios 15:29 menciona el bautismo por los muertos, pero no lo aprueba ni lo establece como doctrina.
El bautismo por los muertos tiene algunas similitudes con las creencias y prácticas relacionadas con la intercesión por los muertos en el catolicismo, como la oración por las almas del purgatorio. Ambos reflejan una preocupación por el destino de los fallecidos y la idea de que los vivos pueden hacer algo para influir en su situación espiritual después de la muerte. Sin embargo, hay diferencias importantes en su teología y en el modo en que se realizan.
Pero la Biblia comprueba que el bautismo es una decisión personal y no algo que los vivos pueden hacer por los muertos.
Fb América en la Profecía
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